Círculos y su significado
Dante bajó al infierno con Virgilio. Nosotros bajamos con la humanidad. Mismo viaje, menos poesía y más olor a gasolina y desesperación. El recorrido comienza en el fuego de la estupidez: el año es 476 después de Cristo, Roma se cae a pedazos mientras los emperadores se sirven otra copa y los bárbaros tocan la puerta. Nadie quiso apagar la fiesta, y el imperio más poderoso del mundo se desplomó por pura flojera. Porque al final, ningún imperio muere sin antes hacer el ridículo

Los Nazis y su locura
Los científicos, mientras tanto, se pusieron creativos en los laboratorios del horror; la educación enseñaba que la biología justificaba el racismo, y el arte solo servía si tenía esvásticas y músculos. Era como si toda una nación se hubiera apuntado a un experimento social, pero sin consentimiento ni sentido común.
Y el mundo miraba. Algunos aplaudían, otros dudaban, y los más listos huían. Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, Hitler ya creía que conquistaría el planeta. Spoiler: no lo logró. El Reich que debía durar mil años colapsó en doce, como un mal emprendimiento con demasiado ego y cero empatía.

Cristóbal colon
Seguimos descendiendo al mar de las lágrimas coloniales. Año 1492. Colón jura que llegó a la India, los nativos piensan que el cielo se equivocó de visitante y, entre oro, cruz y pólvora, nace el “Nuevo Mundo”. Se fundó una civilización sobre los cimientos del saqueo, la viruela y una brújula rota. Moral de la historia: cuando un europeo dice “descubrí algo”, lo mejor es esconderlo.

Primera guerra mundial
Un estruendo metálico marca el quinto círculo: la Primera Guerra Mundial. Europa, aburrida de tanta paz, decidió jugar a ver quién tenía el ejército más grande. Resultado: barro, trincheras y gas venenoso. Millones murieron por unos metros de tierra y unos centímetros de orgullo. Cuando los egos se cruzan, el planeta tiembla.
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